sábado, 12 de abril de 2014

VOZ Y QUEBRANTO


Música: Tiempo y silencio, Césarea Évora & Pedro Guerra.


I
Regresa a menudo y tómame, 

sensación bien amada. 

Regresa y tómame 
cuando la memoria se despierte, 
cuando un antiguo deseo pase por la sangre, 
cuando los labios y la piel recuerden 
y las manos crean tocar de nuevo... 

Regresa a menudo y tómame de noche 
a la hora en que los labios y la piel recuerdan.

Constantin Kavafis 


¿Dónde está mi ilusión? El eco de tu voz cada vez está más lejos. ¿Dónde está mi sueño? La niebla de nuestros ojos cada vez es más espesa. ¿Dónde quedó nuestro ansiado placer? Tu cuerpo viaja feliz hacia otras estrellas.
Tu vuelo me aleja de lo que necesito. Tus alas se abren y mis pies se agarran a la tierra. No puedo huir de ti, pero tú te alejas. Vas en busca de querubines más simpáticos y gráciles que yo. En busca de pasiones cuyo placer es imposible conmigo. Vuelas hacia un universo que yo no puedo mostrarte si me quieres. No te das cuenta que enciendo para ti todas mis estrellas. Estrellas que se van fundiendo si tú no las miras. Sé que las de otro siempre son más visibles que éstas. Pero piensa que quizá todo sea una simple apariencia. Un espejismo que se vuelve negro si te fijas.
Vuelve, por favor, vuelve. Mira las estrellas que todavía non están apagadas por el miedo, la vergüenza y la confusión. Mira mis ojos que piden amor como si fuera pan que llevan años sin comer. No te alejes, por favor, mis luces bohemias no cambian tu vista. 
Espero que una palabra haga girar tus ojos: "Te quiero"

II


Para algunos llega el día
en que declarar el gran Sí
o el gran No. Se ve enseguida quién tiene el Sí
a punto en su interior; y diciéndolo
va de honor en honor, profundo en convicción.
Quien niega no se arrepiente. Vuelvo a preguntar,
dirá otra vez que no. Pero ese no -el verdadero no-
le arrastrará toda la vida.

Constantin Kavafis, Che fece... Il gran rifiuto


Se fue las luz de tus labios. Se fue el frescor de tu pelo. Se fue la mañana de enero, en que mis ojos se posaron en tu cuero. Se fueron las tardes de invierno bajo la nieve, pensando cómo decirte que te quiero. Se fue una primavera dulce, que volvió negras las tardes de marzo. Finales de un marzo ventoso, con tormentas y cartas deshojadas. Libros con letras caídas bajo el olvido de tus orejas. Borrones de tinta negra, corridos por lágrimas amargas que caen de mi techo. No hay llanto en ningún sitio, es que mi corazón tiene goteras.
Las manchas negras recorren nuestro pensamiento. Un borrón negro hace desaparecer tu nombre de mi memoria. El dolor de arrancarme la mandrágora de tu figura sembrada en mi mente. Los castillos de agua que mi pensamiento creó, se deshacen con un golpe seco de tu indiferencia.
Fuera de mí queda ya nuestro pasado confuso. Mis ansias y esperanzas depositadas en tus labios. Sólo una palabra podría volver a sacar mi mente de un borrón de tinta espesa. Y nunca dirás esa palabra. Con ello vivo y con ello viviré. La gran negación siempre es mi sino. ¿Qué le voy a hacer?
Empezaré un nuevo libro desde cero. Por delante quedan páginas que llenar de borrones con nombres de hombres imposibles.



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