jueves, 24 de abril de 2014

TRATANDO DE SACARTE


He quemado las palabras que te dije,
aquellas que nunca escuchaste.
He destruido los sueños de mi boca
a base de besar folios amargos.
Palabras sordas en el miedo del silencio.
Voces sonoras en el invierno de un verso.

He querido olvidar cada mañana
en la que tus ojos aparecían en mi cama.
He intentado buscar la libertad
entre otras almas fugitivas de Dios.
Déjame que te pierda entre las sombras.
Otras luces otoñales me traerán la paz.

He vuelto a soñar con tu sonrisa
y a despertar entre fulgores amargos.
No puedo decir por qué, pero tu huella
se abre de nuevo por las noches,
como la cicatriz de un meteoro inerte.
Vivo entre mis sábanas frías sin el calor de tu cuerpo.


Desnudo en el desierto. 1948. Óleo sobre lienzo. Salvador Dalí.

sábado, 12 de abril de 2014

VOZ Y QUEBRANTO


Música: Tiempo y silencio, Césarea Évora & Pedro Guerra.


I
Regresa a menudo y tómame, 

sensación bien amada. 

Regresa y tómame 
cuando la memoria se despierte, 
cuando un antiguo deseo pase por la sangre, 
cuando los labios y la piel recuerden 
y las manos crean tocar de nuevo... 

Regresa a menudo y tómame de noche 
a la hora en que los labios y la piel recuerdan.

Constantin Kavafis 


¿Dónde está mi ilusión? El eco de tu voz cada vez está más lejos. ¿Dónde está mi sueño? La niebla de nuestros ojos cada vez es más espesa. ¿Dónde quedó nuestro ansiado placer? Tu cuerpo viaja feliz hacia otras estrellas.
Tu vuelo me aleja de lo que necesito. Tus alas se abren y mis pies se agarran a la tierra. No puedo huir de ti, pero tú te alejas. Vas en busca de querubines más simpáticos y gráciles que yo. En busca de pasiones cuyo placer es imposible conmigo. Vuelas hacia un universo que yo no puedo mostrarte si me quieres. No te das cuenta que enciendo para ti todas mis estrellas. Estrellas que se van fundiendo si tú no las miras. Sé que las de otro siempre son más visibles que éstas. Pero piensa que quizá todo sea una simple apariencia. Un espejismo que se vuelve negro si te fijas.
Vuelve, por favor, vuelve. Mira las estrellas que todavía non están apagadas por el miedo, la vergüenza y la confusión. Mira mis ojos que piden amor como si fuera pan que llevan años sin comer. No te alejes, por favor, mis luces bohemias no cambian tu vista. 
Espero que una palabra haga girar tus ojos: "Te quiero"

II


Para algunos llega el día
en que declarar el gran Sí
o el gran No. Se ve enseguida quién tiene el Sí
a punto en su interior; y diciéndolo
va de honor en honor, profundo en convicción.
Quien niega no se arrepiente. Vuelvo a preguntar,
dirá otra vez que no. Pero ese no -el verdadero no-
le arrastrará toda la vida.

Constantin Kavafis, Che fece... Il gran rifiuto


Se fue las luz de tus labios. Se fue el frescor de tu pelo. Se fue la mañana de enero, en que mis ojos se posaron en tu cuero. Se fueron las tardes de invierno bajo la nieve, pensando cómo decirte que te quiero. Se fue una primavera dulce, que volvió negras las tardes de marzo. Finales de un marzo ventoso, con tormentas y cartas deshojadas. Libros con letras caídas bajo el olvido de tus orejas. Borrones de tinta negra, corridos por lágrimas amargas que caen de mi techo. No hay llanto en ningún sitio, es que mi corazón tiene goteras.
Las manchas negras recorren nuestro pensamiento. Un borrón negro hace desaparecer tu nombre de mi memoria. El dolor de arrancarme la mandrágora de tu figura sembrada en mi mente. Los castillos de agua que mi pensamiento creó, se deshacen con un golpe seco de tu indiferencia.
Fuera de mí queda ya nuestro pasado confuso. Mis ansias y esperanzas depositadas en tus labios. Sólo una palabra podría volver a sacar mi mente de un borrón de tinta espesa. Y nunca dirás esa palabra. Con ello vivo y con ello viviré. La gran negación siempre es mi sino. ¿Qué le voy a hacer?
Empezaré un nuevo libro desde cero. Por delante quedan páginas que llenar de borrones con nombres de hombres imposibles.



jueves, 10 de abril de 2014

¿CÓMO?


¿Cómo voy a olvidarte?
Mi pelo está atrapado en los lunares de tu voz.

¿Cómo voy a olvidarte?
Tu pelo es el aroma que impregna mi piel.

¿Cómo voy a olvidarte?
Todos los rostros son el tuyo.

¿Cómo voy a olvidarte?
Tus ojos son las manos que guían mi cabeza.

¿Cómo voy a olvidarte?
Mis pies bailan al ritmo de tu sabor.

¿Cómo voy a olvidarte?
Soy pájaro libre atrapado entre tus pies.

¿Cómo voy a olvidarte?
Necesito tu voz para dormir con melodía.

¿Cómo voy a olvidarte?
En la nube espesa, tu aroma nos busca.

¿Cómo voy a olvidarte?
¿Cómo puedo borrarte?
¿Cómo hago para sacarte de mí?

Muriendo y encontrando otro amor en la otra orilla.


Salvador Dalí, Los esfuerzos estériles o Cenicitas.
Museo Nacional, Centro de Arte, Reina Sofía (Madrid)

Breve historia del cuadro:

Salvador Dalí se instaló en Madrid, en la Residencia de Estudiantes, en el otoño de 1922, para llevar a cabo estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Allí, en la Residencia, coincidió con Federico García Lorca en marzo de 1923, estableciéndose entre ambos una intensa relación intelectual, artística y personal. Esta vinculación se mantendrá hasta 1929, año en que Dalí se traslada a París y Lorca viaja a Nueva York. Ejemplos del intercambio artístico que se produce entre los dos autores son El cuaderno de los putrefactos, una serie de láminas dibujadas por Dalí acompañadas de textos de Federico García Lorca –Dalí y Lorca formaban con Luis Buñuel y Pepín Bello el grupo de la Residencia más crítico con los artistas académicos a los que se referían precisamente como «putrefactos»–, la Oda a Salvador Dalí de Lorca o el San Sebastián que el pintor catalán dedica al poeta granadino. El lienzo Los esfuerzos estériles, uno de cuyos motivos centrales se centra en la representación de la cabeza de Lorca, es otro ejemplo de esa fructífera relación intelectual surgida entre los dos creadores.
Paloma Esteban Leal

martes, 8 de abril de 2014

DELIRIOS EN CARAVANA


Música: Caravana, Raphaël Haroche


Escribir amores prohibidos es malo.
Vivir encerrado en la mentira nos cubre de lodo.
Las manos se tienden para pedir ayuda.
No hay respuesta que salve el silencio.
Soledad y vuelta a las sombras del pasado.
Una jaula de grillos mezclada con el viento.
Mundo impregnado con pimienta reseca.


Un bombilla de esperanza explota entre mis manos.
Su fulgor se va con vapores nebulosos.
Hacia otras caricias que provoquen desvelo.
Un sueño que se escribe sobre papel de cenizas.
El fuego de tus ojos destruye mi cuerpo.
Sólo un abrazo de mis propias manos de hielo.
Me devuelve a la Tierra.


Presencia de muertos con cara de amor.
Son sólo muñecos movidos por un viento agridulce.
Palabras vuelan de bocas selladas.
Sus ojos miran el horizonte sin espinas ni cables.
Una risa vuelve a mis manos etéreas.
Se pierde en tu sombra de amor dulcificado.
Vuelta a la vida que imaginé sin otoño.
Invierno solo, con luces de calores viajeros.


 Imágenes: Benjamin Lacombe. La niña silencio.

sábado, 5 de abril de 2014

VOLANDO A LO IMPOSIBLE


Delirios de una noche de alcohol,
perdido en el recuerdo de tus sueños.

Ilusorias presencias de corazones
cuyo latir estrujo entre mis piernas.

Sombras de caras malditas que
plagan la noche con azufre rancio.

Dolores escondidos en cartas de amor
sin destinatario presente ni flor de primavera.

Pensamientos pasados por agua de
ríos salinos con gotas de alma.

Suspiros fríos y calientes como presos,
rehenes de un mundo sin celdas de hierro.

El amor llega esta noche a los oídos,
mi corazón confuso dice palabras en ruso.

Un velo de seda me cubre en el tiempo,
y tu música suena lejana en el recuerdo.


Anja Millen© - Assimilation 01

Anja Millen

viernes, 4 de abril de 2014

PASIONES CORROMPIDAS


Música: Niccoló Paganini: Violin Sonata No 6


Folios de tinta se corren bajo tus ojos.
Son pocos los días que escribo en tu rostro.
Una sonrisa imaginaria se levanta del sofá,
coge una mesa y la rompe con furia,
se mete en la cama con la luz encendida,
duerme, duerme, duerme, duerme...

Duerme el día que la tinta brotó de mis ojos
para escribir los sueños más tristes.
Veo borrones negros cruzando el paraíso
y siento que Dante mató a Beatríz allí arriba.

Si Dios pudiera amar a los hombres
como por un instante yo lloré por ti,
en el mundo la guerra sería agua dulce
y las únicas luchas, las pasiones encendidas.

El Jardín de las Delicias, Detalle, Hieronymus Bosch, El Bosco