miércoles, 11 de febrero de 2015

Y LA NIEVE DIJO AL ALMA: SE ACABÓ.

No acuses a mi corazón,
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.

Joaquín Sabina, Cerrado por derribo.


Y desafiando el oleaje, sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez
mi corazón de viaje.

Joaquín Sabina y Pancho Varona, Peces de ciudad


Un copo de nieve
cayendo por mi boca.

Un contrato de paz
firmado con mi alma
en la servilleta de un bar.

Saca la nieve de mi corazón
y hazte un helado con ella.
Disfrútalo,
no hay duda,
sé que lo vas a disfrutar.

Así, se escapa,
como en una carrera de fondo,
de la plaza de los recuerdos rotos.

¡Corre!
Fui yo,
cuando nadie supo más que tú.

Donde más duele,
desafina la tristeza
y un personaje vestido
de princesa
me recuerda que el viento es tu respuesta.

Vamos,
¡corre!

Anoche hacía tanto frío que
era imposible dormir solo.

Si la ilusión se muere de nuevo,
me mataré con ella.

Una oración de palabras infelices
y una carta de despedida
con un mensaje incomprensible.

No vayas más allá,
no se te ocurra cruzar.

Una canción de Sabina cantada por María Jímenez,
y un corazón sepultado por la maldita dinamita de tu voz.

Una canción de Sabina cantada por Ana Belén,
y un pez que se muere por haber bebido demasiado agua.

Y un susurro, que viene del viento,
y le dice al alma:

SE ACABÓ.


Música 1: Cerrado por derribo de Joaquín Sabina, versión de María Jiménez.


Música 2: Peces de ciudad de Joaquín Sabina, versión de Ana Belén.