jueves, 3 de septiembre de 2015

CANCIONES DESDE LEÚCADE.


“Desde aquí se cuenta que Safo, pionera,
persiguiendo a Faón el orgulloso
en su hiriente deseo se arrojó
de esa roca visible desde lejos."
Menandro.

Aquí, desde Léucade, todo se ve diferente.

Se pierden las palabras,
y nada de lo que tengas sirve
si quieres sobrevivir a tu propio misterio.

Sonríe,
ya lo has conseguido.

Te espera el mar, y un
rumor de espuma,
para que vengas conmigo y salves
tu sueño
guardándolo para siempre en la caja del olvido.

Aquí, desde Léucade, todo se ve diferente.

¿Qué pierdes si lo intentas?

Cuando me lo propongo soy capaz,
siempre lo he sido.

Pero tengo tanto miedo.

¿De qué?

Otros vendrán,
llegarán cuando menos lo esperes.

Quizá sea el momento de sonreír.

Sonríe y canta,
canta despacio,
que tu voz me reconforte.

Desde Léucade,
con el rumor de las olas.

Canta, despacio,
hasta que olvides las letras
que tocabas en mi oído.

Sonríe.

Aquí desde Léucade todo se ve diferente.


Théodore Chassériau, Sappho saltando al mar desde lo alto de las rocas de Leucade, 1840.

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