miércoles, 12 de noviembre de 2014

SIN CONOCERTE

Muy poca cosa es, de cierto, aquel que encuentra muchos motivos razonables para abandonar la vida.
Epicuro de Samos.

Los días están nublados
y tengo frío.

La soledad infinita se vuelve
como un relámpago de sol.

Solamente puedo saber
dónde está el principio 
y el final.

Dónde voy a morir.

El Destino y los Dioses
saben más que nosotros.

Quiero deshacerme,
como una burbuja de miel,
como un relámpago en la noche.

Seremos dos luces
que no brillan.

Dos,
sólo dos.

Vivamos hasta morirnos.
Murámonos viviendo.

La luz del sol se apaga
para mis ojos.

Tú te vas,
me quedo solo.

Ante un abismo de poderosos truenos.

Resuenas
como los cascos agitados en la guerra.

Cada golpe de suerte,
se frustra entre tus manos.
Cada golpe de vida,
muere entre tus piernas.

Yo me muero
sin conocerte,
porque quiero
conocerte
antes de morirme.


No hay comentarios:

Publicar un comentario